Este relato esta compuesto por varios tuits. Por lo que para establecer un orden coherente está ordenado según encajen las piezas a mi criterio sin cambiar ninguna de las palabras de los autores. Las palabras en rojo son escritas por mi para dar ritmo al cuento. Los autores que participaron en la creación de este relato en la red social Twitter fueron:
Una servidora (@pav_gloria) ,
@jonprii @ajrp90 @edumrgl @ALMAYPAPEL @Carmen_STorres @almudenamisist @ramon_bassons @shapirowilks @Salynor_
El se despertó esa mañana...sin saber en qué dÃa vivÃa..., mientras se esforzaba por enfocar la vista, escuchaba unos pitidos que cada vez se oÃan con más fuerza... se dispuso a investigar de donde provenÃan...Se asomó a la ventana y vio que era el vecino con su coche, otra vez habÃan aparcado a la entrada del garaje. Nada fuera de lo común, tenÃa pinta de ser un dÃa largo, aburrido y tedioso. No le quedaba otro remedio que preparar un litro de café y tratar de levantar el ánimo....Pero la cafetera no funcionaba.
—Me he levantado con el pie izquierdo—. Dijo al salir de casa enfurruñado.
Pero lo que vio bloqueando la entrada le dejó sin habla. El coche estaba vacÃo, asà como la calle entera. Nadie a su alrededor, ni un alma....Por más que miró en todos los edificios que le rodeaban, no vio mi rastro de que allà hubiera nadie que no fuera él...El aullido de una bestia le puso los pelos de punta. No era animal, pero estaba lejos de una condición humana que debió haber perdido hacÃa mucho...Era feo como un demonio, sin un pelo en todo el cuerpo. TenÃa unos ojos enormes y unos colmillos gigantescos que salÃan de la boca y solo debÃan de servir de adorno. Alargó un brazo que terminaba en una garra y...Y le ofreció un boleto. Con una sonrisa que parecÃa más amenazante que amigable, le ofreció un trato: —si alguna vez necesita un demonio para su dÃa a dÃa, no dude en llamarnos. Con decir nuestro nombre seis veces gente al espejo valdrá. Con un silbido desapareció.