Empezamos la ronda de entrevistas hacia amigos y compañeros escritores con una mujer de la linda Ciudad de México, antes que nada, gracias Alison por robarte tiempo para hacer esto.
¿Que estas escribiendo o leyendo ahora?
Ahora mismo estoy escribiendo “Noviembre 19”, que le queda poco menos de la mitad. Además, estoy empezando ya con la investigación y el worldbuilding de dos novelas que lanzaré el próximo año.
En cuanto a lecturas, en este momento estoy leyendo “Políticamente incorrectas” de Emma Mars.
¿En qué momento del día te sientas a escribir y por qué?
Pues mira, yo me dedico a esto 24/7. Pero mi mejor momento es en la noche. Es como si al dar las doce en punto, me entrara mi segundo aire. Me gusta mucho escribir de noche sobretodo porque al ya estar todos dormidos, siento que me puedo concentrar mil veces mejor. Además, en el día no me siento con tanta energía como en la noche.
¿Cuál es el género que te encanta leer y/o escribir?
En cuanto a la lectura, amo el suspenso y el thriller, policiaco y psicológico. También me gustan mucho las sagas juveniles, y una que otra novela de romance.
Y para escribir, mi género favorito es el terror, junto con el suspenso. Sobretodo el terror asiático, que es lo que estoy escribiendo en Realm of Mystery (puesto que está ambientada en Japón). Soy súper fan de las películas de terror, pero no me gusta leer terror porque no me produce el mismo efecto que el cine. Y curiosamente, solamente he escrito un thriller psicológico hasta ahora, a pesar de que sea un 90% de lo que leo. Pero próximamente lo intentaré de nuevo.
¿Qué crees que les gusta a los lectores de tus obras?
Pues creo que eso lo podrían decir ellos mismos. Pero luego de todos estos años de leer sus correos, sus mensajes, sus comentarios y sus reseñas, creo que lo que más les gusta es poder identificarse con mis personajes y con las situaciones que ellos viven. También creo que algo que influye mucho en que a mis lectores les guste lo que hago, es que soy una escritora de gustos y objetivos simples. Yo escribo porque me apasiona escribir. Escribo para entretenerme, y para entretener a los demás. Y yo misma se los he dicho muchas veces. Con que mis historias les ayuden a olvidarse de sus problemas, así sea por sólo dos minutos, entonces para mí se vuelve algo muy gratificante.
¿Cuál ha sido la escena más difícil de crear y cual la más fácil?
Bueno, a lo largo de 16 libros y medio, es gracioso que la respuesta sea tan fácil.
Para la “escena más fácil”, creo que tendría que elegir mi favorita. Es una escena de “Realm of Mystery 3”, a la que te juro que le tuve unas ganas tremendas desde que empecé el primer libro. Y es cuando aparece en escena una de mis leyendas urbanas favoritas de todo Japón. Y poder jugar con ella fue una experiencia increíble. Es más, aquí te la dejo para que los lectores de tu blog la vean también, porque estoy súper orgullosa de ella:
"No soy un Yokai.
Sólo soy un maldito inútil que no puede proteger a las personas que ama. Seguramente es por eso que Kara se marchó…
¿Cómo puedo hacer esto?
¿Realmente tengo que hacerlo solo?
¿Por qué escucho pasos detrás de mí?
Pasos que se detienen cuando yo lo hago. Hay una presencia que se distingue, además de la energía oscura del Espíritu Guardián. Es aterradora. Fría. Siniestra. Está siguiéndome. Me observa.
Doy un paso.
Ella lo da también.
De acuerdo. ¿Quieres jugar?
Hagámoslo.
—Tú mataste a Nobu.
No responde.
Sé que no debería estar haciendo esto, pero ya es tarde.
—Estabas buscándome, ¿no es cierto? Aquí me tienes.
Silencio absoluto. Sé que se ha movido. Ahora está un poco más cerca. Lo suficiente como para percibir el olor de la sangre. El hedor de su abrigo viejo. Su largo cabello negro también despide un olor asqueroso. Muerte. Todas las vidas que ha tomado, mezclándose con la sangre que chorrea por debajo de la mascarilla.
—Yo soy a quien buscas. Soy Akira Matsuda. Soy quien destruyó a la Yama-uba, y quien encerró a Dono en el collar. Así que, si no quieres tener el mismo destino, será mejor que te alejes de mí.
Sé que está sonriendo. Se ha acercado un poco más. El olor y su presencia son mucho más fuertes ahora. No puedo resistirlo. Es demasiado fuerte. Pero, al darme vuelta, ella ya no está. Lo único que queda es la sangre en la acera, justo a un lado de mis pies. La sangre borbotea. Está moviéndose. Forma algo inconfundible.
La efigie de la estirpe Yokai.
Lo sabía…
La sangre se transforma en hormigas que escapan en todas direcciones. Y la presencia ahora está detrás de mí. Al frente. A un lado. En todas partes. Mi corazón parece estrujarse. Me causa escalofríos. Demasiado… miedo…
—¿Soy… hermosa…?
Puedo verla por el rabillo del ojo. Sé que tiene las tijeras en la mano y que se ha quitado la mascarilla. Sé que la sangre está chorreando y que tiene la boca abierta. Su lengua es puntiaguda. Sus ojos son totalmente blancos… Es… demasiado…
No…
No debo temer…
No debo…
No… debo… temer…"
Y en cuanto a la escena más difícil…
Creo que más que “difícil”, sería la escena con la que más sufrí escribiéndola. Esa sin duda sería la despedida de Janelle y Jacques, en “Perdóname”. Y es que realmente, Janelle no existía sino hasta que creé “Perdóname”, y ella no iba a ser la coprotagonista. Pero pasó. Simplemente nació, me enamoré de ella y sufrí mucho. Y al ser una precuela, era lógico que tenía que llegar a ese punto en el que Janelle tenía que irse, puesto que el final de “Perdóname” se liga con el inicio de “Recuérdame”. Y fue súper difícil porque me enamoré tanto de Janelle, que me enojé conmigo misma por haber dejado a Jacques con Apoline al final de “Bésame”, en lugar de que fuera con Janelle. Incluso me gustaría escribir un quinto libro, tal vez una novela corta sólo para darme el gusto de que Janelle y Jacques puedan reencontrarse seis años después de “Perdóname”. Pero mientras ese punto llega, te dejo también esa escena para que tus lectores puedan leerla:
" —Yo no soy la persona que estás buscando, Jacques, y… duele… Duele mucho tener que decírtelo de esta manera, pero… tiene que ser así… Tengo que dejarte ir, porque sé que esa persona también tiene que estar buscándote en alguna parte. Si lo que dijiste es verdad, y si tu mente no está tan confundida como pensamos, entonces seguramente esa persona estará en el mismo lugar donde está tu madre. Dices que tienes recuerdos de una persona a la que no puedes ver, y… sigo creyendo que tengo que parecerme a ella, si tan seguro estabas de que nos hemos visto antes.
—No quiero que te vayas, Janelle. No quiero. Por favor… Déjame remediar esto. Si tú te vas, todos mis recuerdos…
—Tus recuerdos no irán a ninguna parte, y yo tampoco.
Ahora eleva una mano para posarla sobre mi corazón. Su tacto me tranquiliza sólo un poco, y ella decide no hablar acerca de mis latidos acelerados.
—Estaré aquí —continúa—. Contigo. Siempre. Incluso si tenemos que tomar caminos separados, e incluso si la vida nos lleva tan lejos uno del otro que tal vez no podamos volver a vernos… Aunque todo eso pase, yo estaré aquí. Sé que podrás sobreponerte de esto, y que eventualmente el destino podría cruzar nuestros caminos sólo para comprobar que yo tenía razón. Sé que, tomes el camino que tomes, será la decisión correcta. Sé que encontrarás a la persona que estás buscando, y… Si no te importa, quisiera que me hagas una promesa.
—¿Qué clase de promesa…?
Ella vuelve a reír.
Ahora toma mis manos con fuerza.
—Quiero que prometas que, cuando la encuentres, encontrarás la manera de que yo lo sepa. Nada me haría más feliz que conocerla, y saber por qué ella es mejor que yo.
Mierda…
¿Eso es real…?
Eso que brilla en sus ojos, son… ¿lágrimas…?
—Janelle, yo…
—Conocerte hizo que estas semanas fueran las mejores que he tenido en mucho tiempo, Jacques, y nunca olvidaré nada de lo que pasamos juntos… Pensaré en ti todo el tiempo, pero… esto es lo que tiene que ser.
No…
No quiero…
—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Por qué ahora? Dijiste que tú eras mi presente…
—El presente no dura más que un segundo, antes de convertirse en pasado. Y estoy haciendo esto por la misma razón que te traje a este lugar…
Me toma por el brazo. Me guía para mirar nuevamente el muro, y sigue hablando.
—Wŏ ài nĭ... Ik hou van je… Ich liebe dich… Jeg elsker deg… Te amo… Y, por eso, quiero que seas libre y que encuentres lo que estás buscando. Quiero que seas feliz."
¿Un autor o autora que te marque, tomes como ejemplo, te motive, te genere ideas…porque?
Definitivamente sería John Katzenbach.
Hay autores como Antonio Malpica, J. K Rowling (no me maten, por favor), Stephen King, y recientemente le he tomado el gusto a Emma Mars, que me inspiran y me hacen pensar “yo quiero hacer algo como esto”. Sin embargo, Katzenbach es prácticamente el único que me ha marcado así. Te juro que cada que leo uno de sus libros, pienso “Yo quiero tener aunque sea una pizquita del talento que tiene este hombre”. Su manejo del suspenso es excelso, y no he encontrado hasta ahora a ningún otro autor que sea capaz de provocar en mí, el mismo efecto que me ha provocado Katzenbach.
¿Qué consejo darías a quien está empezando?
Definitivamente, mi consejo sería que no se dejen influenciar por las personas que quieren pintar la escritura como si manual lleno de reglas inquebrantables. No sigan los manuales al pie de la letra. Toma lo que se ajuste a ti, a tu ritmo, a tus objetivos, y deshecha todo lo demás. No dejes que nadie te diga que lo que escribes no es bueno, porque nadie tiene ese derecho. Tú escribiste ese cuento, ese poema, esa novela, o lo que sea que hayas creado. Sólo tú sabes cuál es el valor que tiene, y claro que mereces el reconocimiento por haberlo hecho. Muchas veces nos empeñamos tanto en agradarle a la gente, o en seguir sus pasos y sus instrucciones al pie de la letra, que olvidamos estar bien con nosotros mismos y con nuestra escritura. No cualquiera puede crear la magia que hacemos nosotros los escritores. Así que, si tú quieres empezar a escribir, ignora todo y céntrate en plasmar la historia que tú quieres, no la que los demás esperan. Enamórate de la escritura, de los mundos que has creado, y conviértete en tu fan número uno. Allá afuera, sin que tú lo sepas, hay alguien que se muere por leer una historia como la que sólo tú puedes crear.
Y nunca rendirse. Ni en la escritura, ni en ningún ámbito de la vida.
¿Cómo te ves como escritora en diez años?
Mi meta de aquí a unos diez años, es haber iniciado una carrera como guionista. Pero también, ver alguna de mis novelas adaptada como una serie, o en la pantalla grande. También me gustaría lanzar mi propia editorial, puesto que, si hay algo que me gusta más que publicar libros, es ayudar a que otras personas lo hagan. Eso, o lanzar algo así como coaching relacionado a la escritura. No un taller, porque no tengo vocación para enseñar, pero sí algo que pueda acercarme a otros autores que vayan empezando y que necesiten ese empujoncito para dar el paso que cambie sus vidas para siempre.
Pero la meta principal definitivamente es llegar a la pantalla grande, e iniciar mi carrera de guionista.
¿Algo que añadir?
Pues nada más que agradecerte por la oportunidad y por el espacio. A tus lectores, por su tiempo. E invitarlos a que se den una vuelta por mi página de Amazon. Y repetir que, si alguna vez les han dicho que no pueden dedicarse a la escritura, no hagan caso y rompan las mismas barreras que rompí yo. ¡Ustedes pueden hacer eso, y mil veces más!
Bueno, Bueno, Bueno ..que deciros de esta entrevista, primero que nada Alison, amé tu historia. Tenemos varios puntos en común. Por favor nunca pierdas esa ilusión por seguir escribiendo.
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